Clarín esponsorea - Magnetto conduce
Tanto el grupo Clarín en su conjunto como su zar, el señor Magnetto, estarían llegando por fin, a la conclusión de que la llamada “oposición” no es una, sino que está internamente enfrentada por proyectos diversos y apetencias personales que a la hora de la verdad abortan, al menos por ahora, cualquier intento de “lijar” al Gobierno Nacional.
Sin embargo, lo que es mas grave, para el grupo multiempresa y sus socios y adherentes, es la realidad que se marca en todas las encuestas de que algunos de sus políticos “estrella” están cayendo abruptamente en la consideración popular y que otros ni siquiera mueven el amperímetro. Además, no se le escapa al “zar” que algunas de esas “estrellitas” no serían de confiar a la hora de gobernar.
En cuanto a Cobos, ya sabemos que el que traicionó una vez…... Lilita se ha pasado de sobreactuación en el papel de opositora a ultranza y genera más crispación que la que el multimedio le endosa al Gobierno. No es confiable a futuro, pues podría caer, en el caso que se de el castigo de que llegue a la presidencia, en ataques de mística jacobina institucionalizadora y quemar sin querer algún negocio del grupo que la esponsoreó durante tanto tiempo.
El gobernador de la patria de Reutemann, si es que alguna vez el grupo lo tuvo en cuenta, aparece como su paisano, con vocación de eterno segundo que sólo sirve para completar una fórmula. Por otra parte un sector de su Partido se le insubordinó y siempre se correría el riesgo de que, eventualmente, en un espasmo de coherencia ideológica y política, sus muchachos lleguen a votar en el Congreso alguna ley que contraríe los intereses de doña Herrera y sus socios.
Concretamente, tanto del lado del “no peronismo” como del anti mas conspicuo, no habría nadie mas a quién recurrir, salvo al que fue la “gran esperanza blanca”, conocido como Mauricio. Querido por el “establishment” económico, dado que es genuinamente liberal (a la argentina por supuesto, donde el gran capital es prebendario de un Estado al que desprecia, salvo cuando reprime la protesta social) y por la clase media derechosa, porque es un hombre de “pro” (es decir, es gente como uno).
Mauricio es vendible también en otros sectores sociales distintos de los mencionados por tener un discurso incoherente y vacío de contenido, que puede ser aceptado por cualquier persona suficientemente desinformada por Clarín y otros grupos mediáticos concentrados. Pero al zar no se le escapa que Mauricio tiene serios problemas de gestión y judiciales que le están haciendo perder aire con lentitud y sin pausa.
Para completar el cuadro preocupante que conforma la llamada oposición, los muchachos “peronistas” federales no miden por mas esfuerzos publicitarios que haga Felipe, y por mas que a Duhalde se lo pasee por cuanto programa periodístico o acto empresarial haya.
Dadas las falencias apuntadas en el arco opositor, cuyos candidatos a la fecha no se acercan en las encuestas ni por asomo al 30 % de los votos, no le queda otra a Magnetto que buscar dividir el voto peronista y así tratar de que el candidato del Gobierno en las próximas elecciones, no supere el tan temido 40% de los sufragios que lo consagraría en primera vuelta.
Todavía el zar cree posible que en una hipotética segunda vuelta un prohombre de la oposición ganaría casi con seguridad. Si al peronismo federal se le suma la “gran esperanza blanca”, aún cuando éste quede acotado a competir por la jefatura de gobierno de la ciudad autónoma, imaginan en el grupo mediático patrocinador, que podrán darle pelea a Néstor, o en su caso a Cristina.
Por supuesto, el ideal sería que llegue al gobierno nacional Macri, pero si éste se cae por los hechos que hoy lo agobian, no quedaría otra que intentar con los federales (apoyados por Mauricio). Al fin y al cabo, el “peronismo” disidente esta compuesto por hombres que con la fe del converso pusieron todas sus fichas en el proyecto neoliberal asumido por Menem; ninguno de ellos colaboró en esa gestión por disciplina partidaria o por que no tenía alternativa política o porque necesitaba un empleo; ninguno, siquiera fue al menos, oficialista crítico. Por tanto, aún no siendo lo mejor que se podría esperar desde los intereses del capital concentrado, los muchachos federales son confiables; han dado suficiente prueba de ello.
Por todo lo dicho, es lícito suponer que Macri y los federales mas prominentes fueron citados a cenar en casa del zar para tratar esta posible vía de acción bajo la atenta mirada de quién dirige los destinos del principal esponsor de la operación. Claro que visto como se manejó la cosa, mal que le pese a unos cuantos, no cabrían dudas que la operación en curso la conduce Magnetto.
Los gestos en tal sentido hablan por si mismos: a) citó a supuestamente poderosos y populares políticos a su casa (es bien sabido en el mundillo de la política y para quienes tienen algo de sentido común que eso significa: “vengan al pie”); b) dejó trascender la reunión, casualmente a través de un medio periodístico empresarial socio de sus correrías, logrando con eso alejar aún mas cualquier posibilidad de acercamiento hacia el gobierno de algún federal no muy convencido de la “bondad” del abrazo del oso. Resumiendo, Magnetto llevó a los muchachos ¿peronistas? de la nariz y les marcó la cancha; toda una demostración de quién conduce.
Se dice que el General sostenía enfáticamente que “conduce quien conduce”. Magnetto lo tiene claro; los federales por “peronistas” deberían saberlo; quizá lo vieron venir pero no les importó, ya sea porque convergen ideológicamente con el zar y los intereses que este representa, ya sea porque el poder es adictivo y para ganarlo todo vale, inclusive subordinar la política a los poderes fácticos, es decir, practicar la genuflexión ante el dinero.
Me olvidaba ¿y Mauricio? Bien gracias.
Dr. Ignacio Sotillo
Coordinador de Profesionales y Técnicos (FUP)
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